Esta serie de acuarelas ofrece imágenes urbanas de Buenos Aires que sorprenden por su claridad y frescura. En cada cuadro el aire se aquieta, la luz se detiene, la ciudad posa segura su perfil complejo e inconfundible. Conocimientos de perspectiva, dibujo arquitectónico y un pulso entrenado para la acuarela más compleja, le permiten al artista pasearnos por sitios tan queridos como emblemáticos para los porteños. Ajenos al paso del tiempo, el Cabildo, el Congreso, las grandes estaciones, la Fuente de las Nereidas, el Planetario y los paseos tradicionales impactan en todo su esplendor como recién construidos. El pincel de Alejandro Palmieri atrapa las formas con la generosidad de un amante, su homenaje a la Reina del Plata la eterniza joven y bella. Comentario de Susana Micone
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