CONTRA LA MUERTE
Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa.
No quiero ver ¡no puedo! ver morir a los hombres cada día.
Prefiero ser de piedra, estar oscuro,
a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír
a diestra y siniestra con tal de prosperar en mi negocio.
No tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad
en mitad de la calle y hacia todos los vientos:
la verdad de estar vivo, únicamente vivo,
con los pies en la tierra y el esqueleto libre en este mundo.
¿Qué sacamos con eso de saltar hasta el sol con nuestras máquinas
a la velocidad del pensamiento, demonios: qué sacamos
con volar más allá del infinito
si seguimos muriendo sin esperanza alguna de vivir
fuera del tiempo oscuro?
Dios no me sirve. Nadie me sirve para nada.
Pero respiro, y como, y hasta duermo
pensando que me faltan unos diez o veinte años para irme
de bruces, como todos, a dormir en dos metros de cemento allá abajo.
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser,
pero no puedo ver cajones y cajones
pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto
llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver
todavía caliente la sangre en los cajones.
Toco esta rosa, beso sus pétalos, adoro
la vida, no me canso de amar a las mujeres: me alimento
de abrir el mundo en ellas. Pero todo es inútil,
porque yo mismo soy una cabeza inútil
lista para cortar, pero no entender qué es eso
de esperar otro mundo de este mundo.
Me hablan del Dios o me hablan de la Historia. Me río
de ir a buscar tan lejos la explicación del hambre
que me devora, el hambre de vivir como el sol
en la gracia del aire, eternamente.
Gonzalo Rojas
El poeta Gonzalo Rojas, fue una de las grandes voces de su país, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Vicente Huidobro y Nicanor Parra. Falleció el 25 de abril de 2011 en Santiago de Chile a los 93 años. Estudió derecho y letras, fue profesor universitario en Chile, Estados Unidos, Alemania y Venezuela. Debió exiliarse tras el golpe militar de Pinochet. Perteneció al grupo surrealista de la revista Mandrágora (1938-1943). Distinguido con los premios Reina Sofía (España 1992), el Octavio Paz (México, 1998) y el Cervantes (2003).
Poeta del amor y el erotismo, su primer libro fue La miseria del hombre (1948), dieciséis años después Contra la muerte. Oscuro (1977), Transtierro (1979), Del Relámpago (1981), América es la casa y otros poemas (1998) y Del ocio sagrado (2002), entre otros, y fue traducido a 11 idiomas.
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