La poesía es un testimonio histórico indispensable para conocer la historia de Haití. 
  
  Haití es un país con más de un 90 por ciento de analfabetos, debió soportar una de las dictaduras más demenciales del mundo como fue la de la familia Duvalier. Tal vez por eso, su poesía, mariposa que revoloteó la realidad cruda, es el sorprendente testimonio de su historia. 
  Desde el desembarco de los marines –1915-, seguido de dos décadas de ocupación, los escritores sufrieron persecución, cárcel, muerte y exilio.  La poesía haitiana es dramática, nacida de las vivencias extremas del hombre. 
  Las obras como las de Jacques Roumain (1907-1944, Jacques Stéphen Alexis (1922-1961), Jacques Viau (1942-1965), Felix Morisseau Leroy (1912), Anthony Phelps (1928) y René Philoctete (1932-1998), entre otras, conmueven a la cultura de Occidente. 
  A continuación cuatro poemas tomados del  Texto de presentación de la Poesía de Haití, de Eduardo Dalter,  publicado en Cuaderno Carmín, Nº 16, Buenos Aires, mayo de 2001.
     
Jacques Roumain     
    
Africa he guardado tu recuerdo Africa    
estás en mí    
como la astilla en la herida    
como un fetiche tutelar en medio de la aldea    
Haz de mí la piedra de tu honda    
de mi boca los labios de tu llaga    
de mis rodillas las columnas rotas    
de tu humillación    
Sin embargo    
no quiero ser más que de vuestra raza    
obreros campesinos de todos los países...    
obrero blanco de Detroit peón negro de Alabama    
pueblo innumerable de las galeras capitalistas    
el destino nos yergue hombro con hombro    
y renegando del antiguo maleficio    
de los tabúes de la sangre    
pisamos los escombros de nuestras soledades    
Si el torrente es frontera    
arrancaremos al declive su cabellera irrestañable    
Si la sierra es frontera    
romperemos la mandíbula de los volcanes    
que refuerzan las Cordilleras    
y la llanura será la explanada de la aurora    
donde reunir nuestras fuerzas descuartizadas    
por la astucia de nuestros amos    
Como la contradicción de los rasgos    
se resuelve en la armonía del rostro    
proclamamos la unidad del sufrimiento    
y de la rebelión    
de todos los pueblos en toda la superficie de la    
tierra    
y mezclamos el cemento de los tiempos    
fraternales    
en el polvo de los ídolos.    
De Bois d'ébéne (1944; edición póstuma)- Versión en español: José M. Valverde- Jacques Roumain nació en Port-au-Prince en 1907. Fue asesinado en plena lucha política en 1944. Sus obras consideradas maestras, como Bois d'ébéne y Gouverneurs de la rosée, se editaron poco después de su muerte y revelan instancias sensibles de la historia y la cultura hatianas.
    
        
Felix Morisseau Leroy      
"ASÍ OCURRIÓ"    
Así ocurrió    
Jesucristo tenía que morir    
Pese a todo tenía que morir    
Aun cuando Pilato dijera que no    
Caifás insistía tanto    
Que se llegó a condenar al Hombre    
Tenía días sin comer    
Y estaba tan débil    
Que al subir al Monte de los Olivos    
Con dos maderos al hombro    
Iba de tumbo en tumbo    
Pilato lo miraba con compasión    
Y también los soldados romanos miraban    
Fue entonces que por ahí pasó un hombre    
Simón Cireneo    
Un negro fuerte, como Paul Robeson, pasó por ahí    
Miró aquello como sólo los negros saben mirar    
Pilato sintió lo que el negro tenía en su corazón    
Y a los soldados hizo una señal    
Todos se echaron sobre Simón    
Y con fuerza lo apalearon    
Luego le dijeron: toma la cruz y cárgala    
Simón tomó la cruz    
La tomó de la mano del blanco    
Se echó a correr con ella    
Se echó a cantar    
Se echó a bailar    
Bailó cantó    
Se fue corriendo hacia arriba    
Dejando atrás a todos    
Regresó cantó bailó    
Hizo girar la cruz sobre su cabeza    
La echó al aire    
La atrapó    
La cruz quedó bailando sola en el aire    
La gente gritó milagro    
Y cuando cayó la cruz    
Simón la tomó    
Bailó mucho con ella    
Antes de devolverla a Jesús    
Desde entonces    
Cuando es muy pesada una cruz    
Cuando algo pesa demasiado    
para las fuerzas de un blanco    
Llaman a un negro para que cargue    
Después bailamos cantamos    
tocamos el tambor    
tocamos el bambú    
Nuestra espalda es muy ancha    
Cargamos la cruz, cargamos el fusil,    
cargamos el cañón    
ayudamos al blanco    
cargamos los crímenes    
cargamos los pecados    
cargamos por todos.    
Felix Morisseau Leroy nació en el pueblo de Jacmel en 1912. Algunos críticos lo señalan como una de las más destacadas voces de la historia de la poesía de Haití. Su libro Dakout, al que pertenece este poema, data de 1952. Escribe en créole y es un defensor de la literatura en esa lengua.
  Anthony Phelps     
Pero dónde pero dónde    
adónde se va a retumbar la tormenta    
Pero dónde pero dónde    
adónde se va a aullar el viento    
viento revocador tumbador de estrellas    
Había una vez una Ciudad    
Había una vez un País    
Cuando la boca como luna soñadora    
esconde la cara bajo las palabras    
Cuando la vida en ropas de Príncipe    
voltea la espalda a la ventana    
hasta el sol    
hasta el sol está desnudo    
Había una vez un País    
Había una vez una Ciudad    
Pero dónde pero dónde    
Pero dónde    
Mi memoria tiene tanto dolor    
de garganta    
De Méme le soleil est nu (1983)- Versión en español: Lazlo Moussong.- Antonhy Phelps nació en Port-au-Prince en 1928. Vivió durante muchos años fuera de su país. Fue cofundador del grupo poético Haití Littéraire en 1962, que marcó un hito en las letras de su país. Su obra Méme le soleil est nu se reafirma entre sus páginas. 
     
Jacques Viau     
NADA PERMANECE TANTO COMO EL LLANTO (poema VII)     
Hemos ido acumulando corazones en nuestro corazón,    
palabras en nuestra voz quebrantada por azadones.    
Hemos dejado huellas por todos los caminos    
y algunos de nosotros ya no estamos.    
Hemos ido de manos con las sombras.    
Nuestro andar es un grito estacionado.    
Por cada paso, un día que transcurre.    
Por cada palabras, mil palabras que vocifera la prole.    
Qué será de nosotros después de esta larga travesía?    
Poco importan si el mármol o la piedra eternizan    
nuestro corazón de húmedo barro.    
Nos basta con que nuestra voz perdure en la voz    
del amigo, en la del compañero de rutas que nos tendió    
la mano cuando se aproximaba la caída.    
Hemos llenado muchos de los vacíos que nos legaran.    
A otros toca llenar los que nosotros dejamos.    
Apenas tuvimos tiempo para remendar la herencia.    
qué corazón irá nuestro corazón a depositarse?    
A qué silbido irá nuestro silbo a renovarse?    
Nada sabemos,    
cumplimos una jornada que empezó antes que nosotros    
y que no concluirá con nosotros.    
Nada permanece tanto como el llanto (18 poemas) escrito en español; este poema VII es copia de esa versión original. Jacques Viau nació en Port-au-Prince en 1942. Perteneció a una familia de perseguidos políticos, que se refugiaron en Santo Domingo. Fue abatido durante las insurrecciones de 1965 cuando aún no había cumplido sus 23 años. El poeta haitiano René Depestre destacó "la alta facultad de radiación de su palabra". 
  El material poético fue aportado por el escritor lanusense Sergio Fombona. S.M. 
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